La salud mental del niño no puede entenderse sin su cuerpo, su historia de apego y su contexto familiar y social. En la consulta, el dolor abdominal funcional, el insomnio o las crisis de ira suelen ser ventanas a experiencias tempranas no elaboradas. Desde Formación Psicoterapia, dirigida por el psiquiatra José Luis Marín (más de 40 años en psicoterapia y medicina psicosomática), proponemos una formación rigurosa y humanista para transformar esa complejidad en intervenciones eficaces.
Por qué la psicoterapia infantil exige una formación específica
Trabajar con niños demanda un marco conceptual y habilidades distintas a la práctica con adultos. El desarrollo cerebral, el lenguaje simbólico, la dependencia de los cuidadores y la escuela como escenario regulador obligan a integrar múltiples niveles de análisis. Una entrevista “clásica” no capta la riqueza del juego ni la comunicación somática.
Además, los determinantes sociales de la salud —inseguridad económica, migración, violencia intrafamiliar, barreras educativas— amplifican el impacto del estrés y moldean la clínica. El profesional debe leer el síntoma en el cuerpo del niño y en el cuerpo social, ajustando la intervención a su realidad cotidiana y recursos familiares.
La perspectiva mente‑cuerpo en la infancia
Las vías psiconeuroinmunoendocrinas conectan el estrés relacional con manifestaciones físicas: cefaleas, dermatitis, bruxismo o fatiga. En la infancia, el organismo es especialmente plástico y sensible a la co‑regulación del adulto. Intervenir a tiempo previene cronificación y reduce la carga de enfermedad en la adolescencia.
Una supervisión experta ayuda a discernir cuándo derivar al pediatra, cómo coordinarse con especialistas y qué señales vegetativas (respiración, postura, tono muscular) indican sobreactivación o colapso. El foco mente‑cuerpo sostiene decisiones clínicas prudentes y efectivas.
Apego, trauma y regulación del estrés
El patrón de apego organiza la expectativa del niño sobre la disponibilidad del otro. Traumáticas silenciosas —omisión de cuidado, discordias crónicas, humillación— alteran la regulación del estrés tanto como eventos agudos. La formulación clínica debe mapear vínculos, microtraumas y recursos del sistema familiar.
En formación, entrenamos al terapeuta para detectar señales de hiperactivación (irritabilidad, impulsividad) y de disociación (ensimismamiento, somatización), diseñando intervenciones graduadas que prioricen seguridad, mentalización y juego reparador.
Qué distingue a nuestro curso de psicoterapia infantil
El curso está diseñado y supervisado por José Luis Marín, psiquiatra y referente en medicina psicosomática, con experiencia directa en miles de casos. Integra neurociencia del desarrollo, teoría del apego, trabajo con trauma y lectura del síntoma corporal, con una orientación clínica inmediatamente aplicable.
Competencias que desarrollarás
- Evaluación multifuente: cuidadores, niño, escuela y red comunitaria.
- Formulación basada en apego, trauma y determinantes sociales.
- Intervención lúdica y somática: juego, imaginería, respiración, enraizamiento.
- Trabajo con padres: co‑regulación, reparación y pautas de crianza no violentas.
- Coordinación clínica y psicoeducación docente para sostener el cambio.
Metodología y formato
Combinamos clases síncronas y asincrónicas, estudio de casos reales, supervisión clínica en pequeño grupo y role‑playing guiado. El aprendizaje incluye práctica deliberada y feedback específico para consolidar microhabilidades terapéuticas.
El programa promueve autoconocimiento del terapeuta, habilidades de mentalización, sensibilidad cultural y un estándar ético robusto. La evaluación es continua y basada en desempeño, con rúbricas de observación clínica.
Evaluación clínica en niños: del síntoma a la historia
En la primera etapa, el objetivo no es “quitar el síntoma” sino comprender su función en el sistema del niño. El clínico identifica conductores del estrés, redes de apoyo y señales corporales que acompañan la experiencia emocional. Este mapa orienta una intervención dosificada y segura.
Entrevista con los cuidadores
Exploramos historia perinatal, hitos del desarrollo, pérdidas y eventos críticos. Indagamos pautas de sueño, alimentación, enfermedades y creencias familiares sobre el malestar. Valoramos la capacidad reflexiva parental y su tolerancia al afecto del niño para planificar la co‑regulación.
Sesión de juego terapéutico estructurado
El juego revela temas, defensas y deseos. Usamos tareas breves con muñecos, dibujos y narrativas para observar control, dependencia, reparación y simbolización. La mirada del terapeuta integra gesto, tono de voz y contenido simbólico en una hipótesis de funcionamiento.
Observación somática y señales vegetativas
Respiración alta y rápida, abdomen tenso, manos frías o mirada fija son pistas de sistemas nerviosos desregulados. Entrenamos la lectura de estas señales y estrategias de modulación en sesión: ritmos, pausas, respiración guiada y ejercicios de orientación segura.
Integración escolar y comunitaria
La coordinación con tutores y orientadores refuerza la intervención. Ajustes simples —rutinas predecibles, espacios reguladores, lenguaje emocional— favorecen la generalización del cambio. Cuando procede, articulamos con servicios sociales y pediatría.
Intervenciones nucleares que abordarás en el curso
El énfasis está en técnicas que integran cuerpo, emoción y relación. La terapia de juego basada en apego repara expectativas relacionales mediante experiencias correctivas. La mentalización ayuda a nombrar y compartir estados afectivos, reduciendo la impulsividad y la confusión.
Entrenamos intervención sensoriomotriz para aumentar ventana de tolerancia: respiración diafragmática, enraizamiento, contacto táctil acordado y uso de objetos transicionales. En trauma focal, incorporamos protocolos de reprocesamiento adaptados a la edad y a la tolerancia del niño.
El trabajo con padres es central: validación, co‑regulación, límites calmados y reparación tras el conflicto. En síntomas psicosomáticos frecuentes —dolor abdominal, cefaleas, dermatitis— diseñamos planes integrados con pediatría, reduciendo consultas urgentes y medicalización innecesaria.
Secuencia en fases
Organizamos la terapia en estabilización, procesamiento y consolidación. Primero priorizamos seguridad, ritmos y recursos; luego procesamos recuerdos o situaciones disparadoras; finalmente consolidamos habilidades y prevenimos recaídas con planes de autocuidado familiar y escolar.
Indicadores de progreso clínico
Monitoreamos sueño, asistencia escolar, juego espontáneo, sintomatología somática y calidad del vínculo. La mejora se observa también en la tolerancia a la frustración, la curiosidad y la participación social. Usamos escalas breves y registro semanal compartido con la familia.
Caso clínico breve: ansiedad escolar y dolor abdominal
Lucía, 9 años, consulta por dolor abdominal matutino y falta de asistencia. Padres separados, madre con ansiedad marcada y padre con viajes frecuentes. En evaluación, Lucía muestra control rígido en el juego y respiración superficial.
Trabajo en fases: estabilización con respiración y enraizamiento, juego de roles sobre despedidas y reuniones con la escuela para crear rutina de acogida. Con la madre, entrenamiento en co‑regulación y límites sin sobreprotección. En seis semanas, mejora el sueño y disminuyen los episodios dolorosos.
Ética y seguridad en la psicoterapia infantil
La práctica exige consentimiento informado adaptado a la edad, confidencialidad con límites claros y protocolos de protección ante sospecha de maltrato. La postura clínica es no intrusiva, culturalmente sensible y orientada a no dañar, priorizando siempre la seguridad del menor.
Formamos al terapeuta en detección de riesgo, comunicación con servicios de protección y documentación clínica rigurosa. La ética se entrena con dilemas reales y supervisión activa.
Cómo elegir un curso de psicoterapia infantil
Busca dirección académica con experiencia clínica extensa, integración mente‑cuerpo, enfoque en apego y trauma, y acceso a supervisión. Revisa que el currículo incluya evaluación somática, trabajo con familia y coordinación con escuela. Pregunta por casos reales y estándares éticos.
Un buen curso de psicoterapia infantil combina ciencia sólida, práctica guiada y sensibilidad humana. Evita propuestas simplistas o centradas en técnicas descontextualizadas del desarrollo y la relación.
A quién va dirigido y requisitos
Dirigido a psicoterapeutas, psicólogos clínicos, psiquiatras, pediatras con interés en salud mental, terapeutas ocupacionales y trabajadores sociales. También es útil para educadores y orientadores que busquen herramientas de regulación y comunicación, con módulos específicos para su ámbito.
Se recomienda experiencia básica en entrevista clínica y disposición para la supervisión. Ofrecemos itinerarios de nivelación para profesionales jóvenes recién graduados.
Plan de estudios resumido
- Neurodesarrollo, apego y ventanas de tolerancia.
- Entrevista con cuidadores y formulación relacional.
- Evaluación somática: lectura del cuerpo y regulación.
- Juego terapéutico: evaluación e intervención.
- Trauma en infancia: estabilización y procesamiento.
- Trabajo con padres: co‑regulación y límites reparadores.
- Escuela y red comunitaria: alianzas para el cambio.
- Psicosomática infantil y coordinación con pediatría.
- Ética, diversidad y protección del menor.
- Supervisión de casos y práctica deliberada.
Modalidades, duración y certificación
El programa estándar dura 16 semanas, con 80 horas combinadas de docencia, práctica y supervisión. Modalidad online en directo y contenidos grabados para repaso. Acceso a foros clínicos y biblioteca de recursos con fichas y guías prácticas.
Al finalizar, obtendrás certificación de Formación Psicoterapia, avalada por la dirección académica del Dr. Marín. La certificación incluye informe de competencias y recomendaciones de desarrollo continuo.
Beneficios profesionales y aplicabilidad inmediata
Desde las primeras semanas podrás implementar estrategias de regulación, mejorar entrevistas con cuidadores y diseñar planes de intervención por fases. Ganarás seguridad al formular casos complejos e integrar cuerpo, emoción y contexto.
Muchos egresados reportan descenso de derivaciones innecesarias, mejor coordinación con escuelas y aumento de la adherencia familiar. El impacto se traduce en resultados clínicos tangibles y reputación profesional.
Para tu práctica: por qué este curso puede marcar la diferencia
Un curso de psicoterapia infantil debe transformar tu mirada clínica y tu caja de herramientas. Nuestra propuesta, basada en apego, trauma y psicosomática, se centra en resultados medibles y en la humanidad del encuentro terapéutico.
Si buscas un camino serio, práctico y con supervisión experta, Formación Psicoterapia te acompaña a convertir la complejidad del niño y su familia en un tratamiento claro, gradual y seguro.
Invitación
Te invitamos a conocer el plan docente, fechas y admisiones del curso de psicoterapia infantil. Da el siguiente paso en una formación avanzada que integra mente‑cuerpo, apego y trauma, y fortalece tu práctica con supervisión clínica de alto nivel.
Preguntas frecuentes
¿Qué incluye un curso de psicoterapia infantil y cuánto dura?
Un curso de psicoterapia infantil incluye evaluación, formulación, intervención lúdica y somática, y supervisión de casos. En nuestro programa estándar, son 16 semanas y 80 horas combinadas. Sumamos clases en directo, contenidos grabados, guías clínicas, foros y una certificación con evaluación por competencias aplicables desde el primer mes.
¿Qué perfil profesional necesita formarse en psicoterapia infantil?
El perfil indicado incluye psicólogos, psicoterapeutas, psiquiatras, pediatras con interés en salud mental, orientadores y trabajadores sociales. Recomendamos experiencia básica en entrevista clínica. Ofrecemos nivelación para recién graduados y módulos específicos para educadores que buscan herramientas de regulación y coordinación con familias y escuelas.
¿Cómo aplicar la psicoterapia infantil en casos de somatización?
En somatización infantil, la clave es integrar mente‑cuerpo: coordinar con pediatría, mapear estrés relacional y entrenar regulación. Abordamos respiración, enraizamiento, juego de historias corporales y trabajo con padres para reducir alarmas. Se planifica por fases y se monitorizan sueño, dolor y asistencia escolar, ajustando dosificación y ritmos.
¿Qué herramientas se usan en terapia infantil basada en apego?
Las herramientas incluyen juego co‑regulado, mentalización, rituales de seguridad, imaginería, narrativas reparadoras y entrenamiento parental. Se prioriza una relación segura y el aumento de la ventana de tolerancia. La técnica se adapta a la edad, cultura y recursos familiares, con objetivos concretos y evaluación continua de progreso.
¿Puedo estudiar psicoterapia infantil online y recibir supervisión?
Sí, puedes cursarla online con supervisión en grupos pequeños y observación de microhabilidades. Nuestra plataforma combina clases en vivo, análisis de casos, role‑plays y recursos grabados. La supervisión se enfoca en formulación, manejo del juego y coordinación con familia y escuela, garantizando transferibilidad a tu consulta.